España,y no la roja , como vulgarmente se llama ahora al combinado nacional, ha toreado literalmente en Saint Denis al equipo galo de Domenech. Al cual, los olés que han coreado en las gradas le han sonado a despido. Aun haciendo una segunda parte mas flojilla, España ha controlado perfectamente a una seleccion francesa en proceso de cambio. Que lejos han quedao aquellas tardes que empujabamos desde casa a base de saltos, lo que los nuestros no hacian en el campo. Ahora se sienta uno a exigirles que toquen mas, que curioso, pero no por ello menos placentero. Se lo merecian, la verdad. Ese O-2 les habrá escocido de lo lindo, conociendo su chovinismo acentuado. Ja´,ja, oleeeeee¡¡¡¡
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